Merecimiento

Una de las principales razones por las cuales no tenemos la vida que siempre hemos soñado, a pesar de trabajar mucho en ello, o que no la compartimos con alguien maravilloso, que no viajamos por el mundo en primera clase, que no nos reconocen del todo en nuestro trabajo, se debe a que, en el fondo, de manera subconsciente o inconsciente, no creemos que no lo merezcamos.

El merecimiento es la acción que hace a una persona digna de recibir. Así que para sentirte merecedora debes en primer lugar aprender a recibir.

Hasta aquí todo bien pero ¿Qué pensarías si te dijera que no todas sabemos recibir? Y es que el sistema nos enseña desde muy pequeñas a dar, a ser generosa, a compartir a tu mamá o a tu familia, los juguetes, la casa, la comida; pero no siempre nos enseña a recibir y ahí esta el problema.

Recibir, ser merecedoras, es algo que muchas aprendemos ya adultas. Para saber cómo están tus niveles de merecimiento hazte estas preguntas:

¿Me siento incómoda cuando alguien me dice que soy bonita, inteligente, que hago bien mi trabajo, que cocino rico o cualquier otro cumplido?
¿Creo que lo hace porque está siendo amable, por obligación o porque algo quiere?
¿Antes de pensar en gastar el dinero en mí pienso en gastarlo en mis hijas/os, pareja, amistades o familiares?
Cuando tengo un problema ¿Me surge un gran sentimiento de autosuficiencia y pretendo resolver yo sola la situación antes de buscar ayuda?
¿Respondo “no te hubieras molestado” cuando alguien me obsequia algo?
¿De niña me enseñaron a no pedir nada y/o a no aceptar nada en casas ajenas?

Por cada respuesta positiva suma dos puntos y calificate tu misma. (La máxima es 10)

La buena noticia es que el reconocerlo, es el primer paso y ya estás ahí ¡Felicidades!

Lo siguiente es entender que la acción de recibir es tan valiosa como la de dar (aunque no hayan enseñado que dar y ser generosa era lo más importante), pues solo recibiendo lo que el universo te entrega, tendrás las manos llenas para ofrecer lo tuyo a otrxs. Y si no estás recibiendo lo que la vida (o el Universo) te ofrece, significa que tampoco estás siendo capaz de dar, porque una no da lo que no tiene.

Cuando obstaculizamos los canales y nos negamos a recibir, no solo bloqueamos la energía de la abundancia, la razón por la cual no estás con quien quieres estar, donde quieres estar y como quieres estar; sino que también le negamos a las personas o situaciones la posibilidad de dar, de darnos, lo que obviamente generará karmas, pero eso lo dejaremos de lado por el momento.

Y como ya te habrás imaginado, aprendemos a recibir, a ser merecedoras en nuestra infancia, así que ahora que ya no somos niñas deberemos retomar el trabajo y aprender a recibir de manera consciente.

El sentir que mereces algo involucra algo muy importante que tienen relación directa con tu crecimiento personal y con la vida que deseas tener: la autoestima.

Una persona con baja autoestima cree que no es merecedora del amor y la felicidad por no ser digna ni valorada, en lugar de sentir que sí lo mereces por ser quien es.

La valoración que tienes de ti misma determina tu autoestima y tu merecimiento. 

Así que si tu autoestima no está donde debe de estar, lo primero que deberás hacer es trabajar en elevar tu amor propio y para eso te comparto estos enlaces, donde encontrarás técnicas para trabajar con tu amor propio:

Amor propio 1: https://youtu.be/6ImlZHl4t-o

Amor propio 2: https://youtu.be/gWaiDj7GhDY

Amor propio 3: https://youtu.be/MkQgNOEJz7M 


El siguiente ritual te puede funcionar también, sólo recuerda que no es mágico, sin trabajo personal de nada servirá. Al hacerlo debes intencionar y visualizar todo el tiempo el profundo a mor que sientes por ti.

Baño de amor

Debes hervir en agua y agregar:

  •  Varitas de Canela
  •  3 Rosa Roja/rosas
  •  Miel
  •  Azúcar

Deja enfriar. Te bañas normalmente y al finalizar este baño te viertes el agua preparada de tu cuello para abajo (puedes colarla o no). Pides al Arcángel Chamuel y a los ángeles del amor que te vuelvan a ti y a tu vida y te visualizas envuelta en la Llama Rosa del amor incondicional.

Deja secar tu cuerpo al aire sin utilizar toalla y visualiza que atraes el amor a tu vida, a ti, a tu cuerpo y a tu espíritu.

Una vez que tus niveles de amor propio han subido, es momento de hacer un ritual de merecimiento que ayudará a abrirte a todo lo bueno que el Universo tiene para ti.

Un poco de Neurolingüística puede ayudar mucho. Louise L. Hay en su libro Usted puede sanar su vida, habla sobre el merecimiento y establece una técnica para mejorarla.
Mírate en el espejo y di a ti misma:
Merezco tener (menciona lo que deseas), y lo acepto ahora o Merezco ser (menciona lo que deseas) y lo acepto ahora. Repite esta afirmación tres veces, tres veces al día, todos los días, hasta que se haga parte de ti.

Este otro ejercicio puedes realizarlo durante siete días de la semana, si por alguna razón se te olvida uno, vuelve a empezar.

Lo único que tienes que hacer es repetir este mismo ejercicio al levantarte y al acostarte, en voz alta la afirmación, y durante todo el día repetir mentalmente esta afirmación. Te recomiendo la escribas de tu puño y letra para que sea más efectiva.

TRATAMIENTO DE MERECIMIENTO

YO _________(nombres y apellidos completos) me merezco todo lo bueno.En mi mente tengo libertad absoluta.

YO _________(nombres y apellidos completos) Ahora entro a un nuevo espacio en la conciencia, en donde me veo de forma diferente. Estoy creando nuevos pensamientos acerca de mi ser y de mi vida. Mi nueva forma de pensar se convierte en nuevas experiencias.

Ahora sé y afirmo que formo una unidad con el Próspero Poder del Universo. Y por lo tanto recibo multitud de bienes. La totalidad de las posibilidades están ante mi.

Merezco el amor, abundante amor. Merezco la salud. Merezco vivir cómodamente y prosperar. Merezco la alegría y la felicidad. Merezco la libertad, la libertad de ser todo lo que puedo ser. Merezco todo lo bueno.

El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias y yo acepto la abundancia de esta vida con alegría, placer y gratitud. Porque me lo merezco, lo acepto y sé que es verdad. Gracias, Gracias, Gracias.

Espero estos ejercicios te ayuden a abrirte a la abundancia y al merecimiento de todo lo bueno que el Universo tiene para ti.

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