Karma y enfermedad

Según el budismo tibetano el karma es una ley cósmica de causa y efecto. No está asociado en sí con un efecto negativo, sin embargo, las civilizaciones occidentales tendemos a enfocarnos  más en lo malo y no en lo bueno o lo neutro. Es decir, el karma ha llamado nuestra atención porque lo relacionamos con algo malo, aunque su naturaleza pueda ser positiva, también conocido como dharma, o neutral.

“El karma en sí mismo es neutral. Lo que hacemos, pensamos, decimos… todo viene de vuelta hacia nosotros y es frecuente que sea en los momentos más inesperados”, plantea la profesora de enseñanzas espirituales Caroline Ward, profesora australiana de Brahma Kumaris Escuela de Raja Yoga.

Por lo tanto, según esta ley, las acciones virtuosas, rectas y en resonancia con la energía del amor, el respeto y la verdad son las semillas de la felicidad futura y se les conoce como dharma y las perjudiciales, las del sufrimiento, se les conoce como karma. De ahí que al karma se le llame también la ley de compensación.

Estas semillas permanecen ocultas en la mente hasta que producen su efecto y eso ocurre cuando se reúnen las condiciones necesarias para su germinación, que puede ser unos días o unas vidas después.

En ese sentido,  cada unx modela su vida de acuerdo a las acciones que realiza, no  somos víctimas de nada ni de nadie. Pero lo más frecuente es que las personas actuemos desde el odio, el apego y la ignorancia -las tres causas del desequilibrio para el budismo-.

Por ejemplo, si unx se enamora intensamente de una persona que ya está en otra relación y ésta se separa a causa nuestra, la situación en términos karmáticos supone que en algún momento, los integrantes de la nueva pareja, experimentarán la misma intensidad de pérdida y dolor que la expareja sufrió por esa ruptura. Pero, también ella/él estará saldando algún tipo de karma relacionado, por algo la vivencia.

 

 

Entonces, todo lo que hacemos, decimos, pensamos y sentimos tiene un efecto. El budismo plantea que cuando alguien cae en una dolorosa enfermedad es debido al cumplimiento de un propósito superior, que de momento no se comprende, pero si se trabaja lo necesario el significado aparecerá posteriormente.

 

 

Igualmente plantea caminos o maneras de pagar esa deuda kármica:

  • El sufrimiento del karma, aceptando las consecuencias tal como son. Sólo que cuando se trata de un sufrimiento físico esto no siempre es posible así que la idea de que el dolor anula la deuda, no siempre aplica.
  • Otra manera de librarnos del karma es ampliar la consciencia, aprender la lección de vida, estar atentx y ser responsable de la vida que se lleva y tomar la vivencia kármica no como una carga. Este igualmente aplica para karmas entre personas, como el caso de la ruptura de la pareja, pero no si se trata de una deuda más fuerte o de tipo no personal –existen también karmas familiares, comunitarios, nacionales y mundiales- además de algunos muchísimo más fuertes y arraigados que un engaño.

  • Madurez espiritual. conectar con la Fuente de todo y desde ahí reconocer la deuda sin involucrarnos en ella gracias a nuestra conexión. Lo cual pues sí implica un trabajo espiritual superior muy fuerte, así que no siempre está al alcance de todxs. Al mismo tiempo, estimular pensamientos positivos, comprender el origen y salirse de la rueda kármica es de gran ayuda.

Entonces las enfermedades tiene un origen karmático, son el resultado de nuestro actuar en esta vida –si fumas  desde los 14 años, lo más seguro es que tu cuerpo te pase factura- o puede ser que lo haga en vidas futuras – este karma está relacionado a las enfermedades que padecemos y que tienen un de origen desconocido o son mentales- Y es que la mente conserva huellas negativas conectadas con los errores del pasado que maduran en el presente (y/o en el futuro, si no se saldan). Es decir, aunque hayas sufrido mucho con una enfermedad en esta vida, si no liquidas la deuda kármica, ésta u otra enfermedad pueden aparecer en esta vida o en las que vienen.

Para la tradición médica tántrica todas las enfermedades tienen un componente psicosomático y si no eliminamos las causas emocionales que la provocaron, no habrá medicina, ni intervención quirúrgica, ni terapia que pueda sanarnos completamente.

Necesitamos borrar completamente  el karma de nuestro “disco duro”  a través de la oración, la meditación y las acciones positiva, o de lo contrario, se volverá a reproducir. Otra manera de apoyar es a través de las terapias energéticas, como el Reiki.

El trabajo con el Rayo Violeta es muy útil. Todos los días nos creamos una dosis de karma, pero si realizamos 15 minutos diarios de decretos de Llama Violeta, será suficiente para trasmutar este karma. En caso de que realicemos decretos por más de 15 minutos, entonces estaremos disolviendo el karma ya depositado en el transcurso de las vidas anteriores. (Si te interesa saber más sobre cómo funciona el Rayo violeta y sus maravillosos dons, visita este enlace: http://www.amatza.com/energia/el-sabado-y-el-rayo-violeta/ )

Las terapias de origen espiritual son muy útiles para sanar el karma sin embargo es un trabajo personal, si bien la medicina y las terapias pueden ayudar a nuestro proceso de curación, fundamentalmente debemos sanarnos nosotrxs mismxs. Ser pacientes y disciplinadxs.

 

Referencias:
Andere, Marcela (2016). Decretos de los Rayos Universales. Editores mexicanos unidos.
Características generales del Karma. Consultado el 2 de agosto de 2018 en:  https://www.introduccionalbudismo.com/caracteristicas-del-karma.php
10 consejos para limpiar el karma. Consultado el 2 de agosto de 2018 en: https://www.elnuevodia.com/estilosdevida/amorysexualidad/nota/10consejosparalimpiarelkarma-1422341/

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